domingo, 7 de octubre de 2012

Arrepentirse tarde ya no tiene valor.

Y ese día me dijo 'adiós', que no volvería nunca más, que se iría para siempre a un lugar donde absolutamente nadie pudiese encontrarlo.  Me dijo que nunca me quiso y que el cariño que me tenía no le bastaba para vivir junto a mi. Recuerdo haberme quedado de piedra, sin sacar sonido, con los sentimientos a flor de piel, de hielo, como una tarde de diciembre. Recuerdo que en ese instante mis piernas cedieron y mi cuerpo cayó como inerte al suelo, como si mi corazón se hubiera parado. Borrosamente,quedó algo.. su imagen arrepentida, gritando que volviera, golpeando mi frío rostro, intentando reanimar ese cuerpo que estaba como muerto. Y cuando vio que nada quedaba por hacer, se dio cuenta del error que cometió, de lo que perdió, de lo que amaba a esa chica y de que nunca más la volvería a tener. Fue en ese momento cuando realmente comprendió que si la vida te da una oportunidad, la tienes que aprovechar, no la puedes dejar ir, pero sobre todo entendió que su cabeza le había ganado a su corazón, y no había echo lo que sentía, al contrario, se dejó llevar por su estúpida mente.

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